Para fines de este debate, existen dos criterios para distribuir los recursoS médicos (tratamientos, intervenciones, medicamentos, dispositivos de rehabilitación, servicios, etcétera):
El criterio de Costo-Beneficio postula que el criterio de asignación debe de basarse exclusivamente en la calidad de vida; quiénes tienen mayor probabilidad de sobrevivir alguna enfermedad, de vivir por más años y mitigar efectos deteriorativos (por ejemplo, quién tiene más probabilidad de mejorar su eficiencia respiratoria, controlar alta presión sanguinea, prevenir la demencia, etcétera).
Por otro lado, el criterio del Prioritarismo postula que el criterio de necesidad es más importante que el de beneficiencia, por lo que se deben de priorizar aquellos casos de personas que más gravedad atraviesan (y por ende, tienen poca probabilidad de mejoría) incluso considerando factores sociales. Por ejemplo, tratamientos a personas con múltiples enfermedades discapacidades simultáneas, financiar tratamientos a enfermedades raras, dar prioridad a una madre soltera que debe de cuidar de sus hijxs, etcétera).